Pantalla solar o recarga sin cable, los teléfonos móviles buscan más autonomía

Una pantalla fotovoltaica transparente, un cargador inalámbrico o una batería que aprovecha la energía del movimiento: nuevas y audaces soluciones para alimentar unos ‘smartphones’ cada vez más ávidos de electricidad.

En el gran congreso anual de la telefonía móvil que empezó el domingo en Barcelona, la emergente empresa francesa Wysips presentó los primeros teléfonos inteligentes equipados con una pantalla transparente que capta energía solar para cargar la batería.

¿El secreto? “Es una ilusión: las placas fotovoltaicas no son realmente transparentes. Son unos lentes colocados encima los que hacen creer al ojo que no hay nada, aunque sí que lo hay”, explica a la AFP Ludovic Deblois, cofundador de Wysips.

Conectado a la batería, un componente extrafino, de medio milímetro de grosor, se coloca entre la pantalla -táctil o no- y la placa LCD en el momento de fabricación del teléfono.

Como resultado se obtiene un 20% más de autonomía siempre que no se lleve permanentemente el móvil en el bolsillo. También permite reactivar un teléfono sin batería, tras esperar unos minutos, colocándolo “bajo una luz o cerca de una ventana”, precisa Deblois.

Esta pequeña empresa con sede en Aix-en-Provence, en el sureste de Francia, que lanzará su propia producción en diez meses, se encuentra en estos momentos en negociaciones con “los miembros del Top 10 mundial de fabricantes de teléfonos” y espera tener un modelo en el mercado antes de finales de año, explica su directivo.

Su objetivo: 100 millones de euros de volumen de negocio en cinco o seis años por un componente que cuesta alrededor de un euro por pieza, mucho menos que los ocho a diez euros de una batería.

Equipados con nuevos componentes como wifi, redes 3G y 4G, los ‘smartphones’ exigen cada vez más unas baterías a las que les cuesta satisfacer las necesidades de estos nuevos modos de utilización.

“No son las baterías las que tienen una menor duración de vida, es que la exigencia cada vez es mayor”, confirma Basile Carle, consultor en Idate y experto en aparatos móviles.

Según Carle, “no habrá una solución única a este problema, será una mezcla” entre componentes que consuman menos, una mejor batería y nuevas fuentes de alimentación.

¿Cómo escapar entonces a tener que enchufar el teléfono a la corriente eléctrica cada cinco o seis horas?

Numerosos fabricantes y especialistas energéticos (Qualcomm, Energizer, Duracell, Toshiba, Nokia…) apuntan a la recarga por inducción con una placa electromagnética instalada en un lugar idóneo (el despacho, la mesilla de noche…) sobre la que solo es necesario colocar el teléfono, sin ningún cable. Pero existe un inconveniente: la placa tiene que estar enchufada…

Otra opción: utilizar la energía cinética, la del movimiento, para recargar la batería. Esto hizo la empresa NPowerPEG, con una batería externa que se alimenta cuando, por ejemplo, su usuario lleva el dispositivo en un bolso de mano o se desplaza en bicicleta. El inconveniente es que el teléfono resulta bastante voluminoso.

Como ocurre a menudo en materia de energía, la solución pasa por el ahorro de los propios usuarios.

Además de la opción de desactivar las funciones más exigentes para la batería (especialmente el 3G), aparecen nuevas funciones como una de Sony que, con pulsar un simple botón, cambia a un modo de “llamadas y SMS únicamente”. Esto aumenta la autonomía en un 50%, según David Mignot, director general en Francia de Sony Mobile.