Consejos a la hora de comprarse un proyector
Los proyectores se dividen en tres grandes categorías determinadas por su uso: cine en casa, negocios y portátiles. Por este motivo, antes de elegir un proyector, habrá que tener en cuenta su función, su tiempo de uso estimado y sus necesidades de portabilidad.
Diferentes estándares de iluminación
La principal diferencia entre los diferentes tipos de proyectores reside en la potencia lumínica. Por lo general, los proyectores para uso doméstico no son tan brillantes como los modelos de oficina. En el primer caso, estamos hablando de proyecciones que se realizan habitualmente en habitaciones a oscuras, mientras que en el caso de los proyectores profesionales, esta premisa no siempre se cumple. Lo más recomendable es buscar al menos 1.600 lúmenes de brillo, una intensidad que debería permitir ver una película cómodamente con una luz encendida en la habitación. Los proyectores con una clasificación de menos de 1.000 lúmenes solo son realmente efectivos en habitaciones donde se está totalmente a oscuras. También es importante entender las diferentes entre las dos tecnologías principales: la proyección LCD y la DLP. Los proyectores LCD tienden a ser mayores, pero son más propensos a sufrir un desplazamiento de las lentes que las versiones DLP. Los modelos DLP por lo general tienen un mejor contraste y colores más fuertes, pero sufren el ‘efecto arco iris “, donde los colores que componen la imagen (normalmente rojo, verde y azul) se hacen visibles en los contornos. Este pequeño defecto puede convertirse en una gran distracción para los espectadores más sensibles, y es especialmente notorio en alto contraste o en escenas en blanco y negro. Las especificaciones del proyector puede que no digan mucho acerca de la calidad de la imagen, por lo que cualquier comprador preocupado por la nitidez debe asegurarse de leer las críticas y reseñas disponibles para cada modelo.
Resolución y estándares
Por lo general, los proyectores de cine en casa, destinados a un uso doméstico, suelen ser más económicos. Su resolución tiende a fijarse en los 720p (1280×720), que garantiza un visionado correcto pero que muestra diferencias notables respecto al estándar full-HD de 1080p (1920×1080). El contraste se nota especialmente comparando visionados de películas Blu-ray, por ejemplo. Entre las buenas ofertas se pueden encontrar proyectores adecuados a cada necesidad y presupuesto, contemplando incluso las demandas más específicas. En este sentido, se pueden adquirir proyectores con desplazamiento de lente, que permiten desplazar la imagen horizontal o verticalmente. La corrección trapezoidal o la alteración digital de la imagen para corregir el aspecto son factores que influyen también notablemente en la calidad de la imagen. La mayoría de proyectores cuenta también con un zoom, una herramienta que puede resultar muy útil en una habitación muy pequeña. En estos casos, es recomendable buscar modelos de corto alcance que puedan producir una imagen muy grande a corta distancia. El movimiento suave es otra de las características que se debe priorizar. Prácticamente todas las películas se proyectan a una frecuencia de 24 fotogramas por segundo (fps). Cuando los objetos se mueven a través de la pantalla o la cámara se desplaza hacia los lados, la sensación de desequilibrio se puede acentuar en las pantallas grandes. La función de movimiento suavizado inteligente añade fotogramas adicionales para producir un resultado mucho menos brusco.
Imagen de Davi Matura