La fiebre por los “gadgets” ha llegado para quedarse, dando lugar incluso a una nueva modalidad social, los “geeks”. Los fanáticos de la tecnología y de las últimas novedades electrónicas se enfrentan cada año a un aluvión de novedades que a menudo son una seria merma para sus ahorros.

Mantenerse a la última tiene un precio

Es a la vez la experiencia más emocionante y más angustiosa para el “geek “moderno: la presentación del último teléfono de una determinada marca o la irrupción de la tableta de otra puede despertar una auténtica fiebre por conseguir el preciado “gadget”. Un producto por el cual muchos están dispuestos a pagar cientos de euros o incluso hacer días de cola. Y es que la vida de los productos electrónicos no tarda en llegar a su fin, dejando obsoletas las compras de hace tan solo dos o tres años. Y finalmente, llega el momento de elegir uno nuevo. La cantidad de páginas y webs especializadas el análisis, consejos y compra de últimas novedades tecnológicas tiene su razón de ser, y es que la mayoría de los compradores solo tiene un disparo: si eligen el producto equivocado, deberán aun así quedarse con él durante una buena temporada, ya que son pocos los que pueden permitirse cambios mensuales. Eso hace que la elección sea considerada enormemente relevante para una buena parte de los compradores. A la hora de elegir el producto tecnológico adecuado, es difícil no dejarse llevar por las emociones y comprar con la cabeza. Para lograrlo, se pueden seguir una serie de consejos. Lo más importante para evitar las compras compulsivas es pararse el tiempo necesario para hacerse una serie de preguntas que determinarán cuál es el mejor producto que se puede comprar. En primer lugar, merece la pena aclarar si la compra se hace para trabajar o como entretenimiento. Claro está, un capricho no está de más, pero a veces el “capricho” implica un gasto serio que hay que tener en cuenta. Un reproductor de DVD portátil, por ejemplo, es un dispositivo destinado puramente a entretenimiento. La línea se diluye cuando se piensa en otros productos como teléfonos inteligentes y tabletas. Por lo general, se tiende a atribuir una importancia y utilidades a los objetos mayores de las reales, con el fin de justificar el pago e incluso permitirse un gasto ligeramente superior al previsto.

¿Necesito este producto?

Pero seguramente la pregunta clave es tan simple como esta: ¿necesito este producto? Cada semana se lanzan al mercado nuevos “smartphones” y tablets” mejores que los anteriores, por lo que la sensación de riesgo aumenta. La incertidumbre sobre comprar un producto que se quedará obsoleto demasiado pronto lastra a menudo las ventas de productos tecnológicos, por eso se trata de un mercado cuyo marketing está plenamente orientado a las emociones. La única solución aparente a esta duda que ofrecemos es comprar un dispositivo solamente cuando se necesita. Cada vez más, los usuarios se interesan por las experiencias de uso de otros compradores. Revisar las reseñas en línea de un determinado producto o comprobar si hay alguien en el entorno que lo esté usando puede ser la mejor opción para valorar si la compra merece la pena o no.

Foto: Victoria