Qué es el “bluetooth” y para qué sirve
El “bluetooth” es un sistema de radio de corto alcance que se ha popularizado recientemente en la transmisión de datos entre dispositivos electrónicos. Actualmente, se trata de uno de los tipos de conectividad más populares de los teléfonos móviles.
Un dispositivo con historia reciente
Desarrollado en la década de los 90, el Bluetooth se ha convertido en una conexión casi ubicua de varios tipos de dispositivos electrónicos. Hoy en día, el Bluetooth es una pieza central en los avances hacia la comunicación inalámbrica universal entre dispositivos. A pesar de su popularidad, las preocupaciones en torno a la seguridad de las transmisiones por Bluetooth siguen poniendo en cuestión este tipo de tecnología. Con todo, hay que recordar que esta conectividad es muy reciente. Fue desarrollada en 1994 por los ingenieros suecos Haartsen y Jaap Mattisson Sven. Cuatro años después del inicio de las investigaciones, se fundó el Bluetooth Special Interest Group (SIG), orientado a las empresas con intereses en la producción de dispositivos compatibles con Bluetooth, de forma que pudieran sincronizar sus esfuerzos y trabajar en una normativa y un estándar común. Durante el inicio del desarrollo de esta tecnología, tanto Haartsen como Mattisson eran empleados de la compañía Ericsson Mobile Platforms, y este punto de partida tuvo mucho que ver en la usabilidad del Bluetooth, que se inició como alternativa inalámbrica para los cables de datos RS232, que entonces eran el estándar más común para la conexión de ordenadores con monitores e impresoras. A medida que la tecnología se iba refinando y aparecían nuevas versiones del protocolo de funcionamiento del producto, se empezó a revelar su potencial como un medio de telecomunicación universal. Los fabricantes de teléfonos móviles empezaron a interesarse paulatinamente por el Bluetooth, y la tecnología se estandarizó buscando la comodidad de uso mediante dispositivos de manos libres, como auriculares que permitían seguir la llamada de forma autónoma sin cables. En estos casos, donde las necesidades eran de corto alcance y los requisitos de potencia eran relativamente bajos, las posibilidades del Bluetooth eran las ideales.
La extensión de las funcionalidades
Mientras la señal de alcance era de unos pocos metros y la clase de potencia era baja (conocida como clase 3), se podía utilizar el Bluetooth, que requería un mínimo de energía del teléfono extraída directamente de la batería. Para otras aplicaciones, las opciones de potencia de clase 2 (diez metros) y de clase 1 (cien metros) eran más prácticas, aunque los dispositivos implicados requerían más potencia para enviar y recibir una señal. Los teléfonos móviles fueron los primeros dispositivos de gran consumo en hacer un uso intensivo de la tecnología Bluetooth, pero pronto empezarían a revelarse las aplicaciones para accesorios periféricos de ordenador. Ratones, teclados, impresoras y en algunos casos PDAs empezaron a construirse con adaptadores Bluetooth internos, lo que les permitía comunicarse de forma inalámbrica con un ordenador cercano que estuviera equipado con una unidad similar. Los adaptadores se popularizaron rápidamente entre todos aquellos dispositivos que no se habían actualizado antes. Además, se utilizó el sistema como estándar de comunicación entre el ordenador y sus accesorios, que tenían ya acceso a esta tecnología de forma autónoma o gracias a adaptadores USB. Hoy en día, además de utilizarse como medio de comunicación entre el ordenador y sus accesorios, el Bluetooth se utiliza también como vía de comunicación entre ordenadores, permitiendo transferir archivos y avanzando rápidamente hacia sistemas de trabajo sin cables totalmente inalámbricos.
Imagen de Eray Haciosmanoglu